miércoles, 16 de septiembre de 2015

Vida






Cada día que amanece, veo un nuevo
sol, puedo gozar de su luz y la belleza
que todo ello produce, cual adereza
la luna con su delicadeza por relevo.

Cada día que nace, con su longevo
ser, tengo la posibilidad, sin crudeza,
de gozar la vida de los míos, certeza
de luz y gestión, hermosura de evo.

Cada día, los míos y de mi rededor,
me producen salud, color y calor,
vida e ilusión de amor y pasión.

Cada día es gestión de afectos bicolor,
con ellos gano razón y reflexión, valor
de familia y amigos que tomo con honor.

© Jcb