martes, 15 de septiembre de 2015

Muerte






Muerte eres tu, soy yo, es aquel otro,
somos todos, donde hay vida, anida
la muerte, lo único que ella demanda
es reconocimiento de su ser en castro.

Sólo con prudencia y justo arbitro,
la vida gana lustros como añadida,
con prudencia y humildad asistida
de acción, con imaginación en cetro.

La muerte es el final del camino,
lo que importa es el refrendo de actos
del mismo, con fortaleza por su existencia.

La batalla es singular cual alpino,
que requiere valor de marino, proyectos
de verdad en cada instante de acacia.


© Jcb