lunes, 29 de enero de 2018

XLIX




Es la espera de ver tu crecimiento,
es el acto más sublime que me espera,
lo presiento, programa cual cimera
de mi vida, que la tuya es proyecto.

Es mi atento hacer ver tu contento,
cual cemento que fragua la manera
de ser y hacer tu tiempo en acrotera,
donde por extensión brille el acento.

Que tus actos sean razón, por la virtud
de reflexión, donde la vida ética
sean tus asideros como argumento.

Mi confiar se asienta en tu bella aptitud,
cuya germinación será crítica,
de rosal florido con fundamento.

© Jcb



lunes, 22 de enero de 2018

Una mañana de otoño




Se tornasolan los colores, sus purezas
se devalúan por el tiempo vivido,
toman otras vivencia en lo acaecido,
mudan para seguir viviendo certezas.

Son colores que las naturalezas
regalan, fieles a su cometido,
propio del que evoluciona dormido,
es belleza evolucionada en pureza.

Toda evolución genética es mutación,
que transforma esa razón de integridad,
vehemencia es la mañana de color.

Son experiencias de plural emoción,
como valores afables por la edad,
evolución por la vida multicolor.

© Jcb




martes, 16 de enero de 2018

Entre luces y sombras






Entre luces y sombras, van los pasos
de hechos que me ha tocado vivir,
certezas que me incumbió sobrevivir,
por ser que llega lleno de traspasos.

Con luces y sombras van los fracasos
que generan nuevas alzadas, revivir
es acción del intelecto, convivir
genera reflexión con marcapasos.

Sólo las luces se producen con la
razón, las sombras son hijas de vida,
vivencias y convivencias de anzuelo.

La vida nos concede a la bisabuela
como manual de instrucciones, abstraída
ella, son más los anhelos que el consuelo.


© Jcb




La pintura que se acompaña al presente poema, es obra del pintor don Mariano Mosquera Mata, con residencia en Carcaixent (Valencia), a quien se agradece su gentil acto de cesión. 


miércoles, 10 de enero de 2018

Agradecimiento




Dice la voz popular que ser agradecido,
es de ser bien nacido, por tal, nada hay que me impida
el reconocimiento de los que me han precedido;
ya que todos los días hay razones por las que
hemos de agradecer a quienes nos han dado
lo mejor de su vida y despejado los días de la nuestra.
Hicieron lo que supieron y/o pudieron,
por ello, su misión cumplieron.
Anduvieron por los caminos que, a cada cual,
las circunstancias y su personal decisión trazaron,
para la que fuerzas unieron en su caminar personal.
Su capacidad de acción estuvo sujeta
a los tiempos y posibilidades con las que les tocó vivir.
Aún así, la sucesión de generaciones ganaron ventajas
respecto de sus precedentes.
Como siempre, dieron lo mejor de sus días
por aquellos que les sucedieron,
tal cual, de común, ocurre en la especie humana.
Por ello, mi reconocimiento y agradecimiento
a todos aquellos que me precedieron,
para ellos mi eterno recuerdo.
A los que en mi vida, junto a mí,
transitaron sus días y los míos con ellos,
unas veces sumaron, otras sustrajeron,
ya por su palabra o por su acción,
tras la diaria mutación, mi yo se ha forjando;
minúscula transformación,
que en realidad seguirá siendo,
hasta que mi cuerpo mate a mi yo.
Con la muerte del cuerpo,
mi yo, habrá terminado su recorrido vital,
sólo quedarán los resultados de las acciones de mi yo,
ya por la palabra, los hecho o los escritos,
lo positivo será contrapeso de lo negativo,
unos y otros darán fe de mi personalidad.
Toda vez que mi posición cívica, me ha llevado,
tal cual hoy ocurre, a mi personal compromiso ciudadano.
Si echo mano a mi historia personal,
observo que todo cuanto me circunda,
en un altísimo porcentaje, mis actos, y mi palabra,
siempre han procurado transitar
por el sendero del equilibrio y el honor.
Es la ruta que siempre he tenido, tal cual hoy sigue siendo,
un marcado compromiso ético con la humanidad,
trufado por la razón y la reflexión,
donde todo sea tasado por la justicia y la verdad.
Andadura que por convicción personal,
seguirá marcando los días de mi vida, hasta su punto final.


© Jcb


jueves, 4 de enero de 2018

Anhelos






Mis anhelos son añejos y diversos,
pasan los días y piden renovación,
al cubierto y al raso, guardan atención
con prestancias, incluso en días aviesos.


En cada amanecida son talentosos,
piden actos de reflexión y adhesión,
plural razón de mérito y condición,
sin interrupción son justos y concisos.


Mis anhelos son ecos de mi interior,
trocean mi reflexión, programan la acción
con largo tiempo de ensimismamiento.


Recogidos en mis entrañas de ulterior
trazado, todo rumor es admisión
de melancólico programa al viento.


© Jcb