XLVII

En todos los caminos de tu vida,

cualesquiera que sean las razones que

te lleven a su recorrido, el trueque

es quien debe presidir tu caminada.

Nada es ajeno a la vida preñada

de libertad, cuya licencia entronque

con la razón de ser en todo bosque

de ideas, reflexión y orden de vida.

Lo tuyo es existencia programada,

con el mejor aliento revisada

en perfecto calendario viviente.

Con disciplina personal y amada

genialidad, es causa bien hornada,

honor a la verdad más diligente.

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Derechos Humanos

I

Derechos humanos, evocados por

muchos, mal tratados por todos, leyes

que no se cumplen, razones de reyes

que fluyen al olvido con estupor.

Sin diligencia ni razón el mentor

crea injusticias y maldad con sus bueyes,

sus principios: su yo, que no desoyes,

pues naufragarías por su contravalor.

No importan las distancias ni las estancias

si con bienes mercantiles hay que tratar,

el beneficio tiene su propio interés.

Medir para sumar sus carrocerías,

cuyo valor debe verse incrementar,

no incumben los caídos ni sus habares.

II

Me duele el ánima por los derechos

humanos, toda ausencia de civismo,

abre en la humanidad un gran abismo,

donde el vocerío son sus contrahechos.

Todo grito es destello de desechos,

ya que su incandescencia es amorfismo,

carente de fuego por costumbrismo,

cuyo fulgor son hojas de helechos.

Naufraga la humanidad por códigos

sin razón, injusticias en cordeta

que mantiene a las gentes con corneta.

Se conserva la memoria en domingos,

y las grietas del recuerdo es calceta

donde el silencio de la calle es boleta.

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Heridas

Las heridas de mi cuerpo tienen una

curación transitoria, toda vez que al

final el armario de mi balaustral

yo, tiene tiempo cierto desde la cuna.

Son hechos precisos desde la luna

al sol, principio que por convencional

viene de nacimiento, vida de real

verdad, que a todos los nacidos auna.

Son fisuras que laceran la vida,

cuya importuna verdad, con el tiempo

cura su inocencia por afinidad.

Con congojas y brevedad ácida

camina la razón de ser, cual trompo

de quien su andar es vagar la oscuridad.

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Justicia e Igualdad

Preñar los sentidos para el deleite

es justicia de igualdad practicante,

cual honor de relación no mercante,

cuya justicia niega simetría viviente.

Igualdad, es variedad, el convite

de verdad con sentido prudente,

quien concita la virtud más valiente,

en todo lugar y tiempo corriente.

Igualdad es justicia que sustenta

la equidad, creando digno vínculo

de vecindad en la multiplicidad.

Justicia no es igualdad, es cuenta

de verdad, báculo y visor de ángulo,

por su autoridad en la diversidad.

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Lealtad

A L. Merino

Lealtad, juego de unidad en armonía con verdad,

donde dos o más debaten pluralidad

desde la unidad de cada individualidad;

ganar el ser de cada cual es magnanimidad.

Lealtad, principio personal de sincera integridad,

unidad de razón, reflexión y acción,

humana confesión social de vivencia civilizada,

compromiso del ser personal por voluntad.

Lealtad, nobleza y honradez desde la equidad,

donde la acción es concurrencia acordada;

mérito de vida comunal con mutua

armonía de voluntades, en la unidad de ajenidades.

Lealtad, obra de construcción personal con verdad,

vinculación contractual desde la honorabilidad,

concurrencia y aceptación del otro desde la humildad.
Lealtad, virtud de absoluta observancia de vida en reciprocidad.

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Hipocresía

Te conduces con exquisitez, pero

lo tuyo es transitar sin aprecio

a la verdad, tal es tu desprecio

que tu mutación es precio certero.

La hojarasca es el abrigadero,

de quien haciendo de casero agenció

para su vida privada, anuncio

de gobierno grupal cual lobo artero.

Sin pudor es su correcta acción,

nace de las entrañas de los menos,

cual sangría de los más en su manada.

De clamor histórico es su afección

al deshonor, desaliento de los ciegos

que no ven su delegación nominada.

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