Vuelo y Libertad

Para cualquier animal de pluma, el

vuelo es su hábitat natural, para

el ser humano, el vuelo es su cámara

interior, su razón de ser, su cañamiel

por la que actúa y mueve su bajel;

“libertad”, hecho y circunstancia clara

por la que con empeño abarcará

toda licencia de gobierno; arancel

de vida, cuyo albedrío es principio

y pedestal de toda actuación que

la razón y capacidad demandan.

Sólo el juicio y tesón, son gremio

para que la persona su vuelo alce,

donde la vida es orden de libre afán.

© Jcb

XX

Las huellas de tus ancestros hablan de

ti, de tu herencia material e incorpórea,

si ella queda en olvido, desmadejada,

perderas la senda que te antecede.

La orfandad y el extravío al aire

quedan, sujetos al vieto y la marea

de todos los mares y tierras; capea

circunstancias y naturaleza, tu alarde

de conocimiento y razón, son esencia

de tu ser, senda del gobierno de tu yo,

cual asidero de tu conocimiento

y dominio de todo cuanto te rodea.

Lo que antecede y precede, son coto

y medida de tu ser, marca de tu yo.

© Jcb

Instantes

Esos instantes, aquellos por los que

siempre luchaste, los que fueron motor

de partidas, que unas ganaste, cual autor,

otras perdiste por justo embroque.

Toda instancia de tiempo y lugar, alcorque

exige para plantar el día benefactor,

pues nada se construye sin auditor

del instante y la acción que sigue.

Ese instante que es enlace entre

el pasado y el futuro, aquello

que une y vivifica, tu memoria,

tu ser, el instante que te ata o te

libera, que te lleva a la luz o

la oscuridad, la muerte o la vida.

© Jcb

Transcendencia 2

Tu transcendencia exige una vida

interior que demanda fortaleza del

yo, razón y reflexión de coronel

donde el compromiso es afluida

vida transitada de razón, asida

a la reflexión que causa el cordel

de abastecida prudencia, panel

de cavilación que pondera ácida

gravitación, cuyas endebles sombras

ocupan todo espacio interior del

yo, jurisdicción de tornasolados

vientos, cuyos veleros son mareas

que arrastran al yo, cual frágil bajel

que emerge por los vientos prendidos.

© Jcb

Ritmos de vida

Tomo mis ritmos y con ellos acudo

a defender todas las cuestiones que

a mi vida circundan, por lo que actué

al día con certeza y deber cumplido.

Los ritmos penden de cada individuo,

el vivir la vivencia de cada achique,

de cada dique de vida que certifique

la pronunciación del ser vivo vivido;

que viviendo cada humano vivo,

toma su acuerdo de vivir viviendo,

la vida con constate vivencia viva;

para seguir viviendo la vida de vivo,

pues la vida exige vivencia viviendo

la vida como hazaña que actúa viva.

© Jcb

Retranca

Retranca o retranqueo dos actos,

dos razones con tanto valor como

el baleo, lo que importa del acrónimo

que define y mide razón y tientos.

Apego todo mi soñar a los modos

que la realidad impone, y aclamo

al colegial que come el pan ácimo

de la realidad sin abatimientos.

Retranca como simulación que asirá

la acción del zángano y desleal,

que por descortés es parásito social.

Retranca como tal es freno que dirá:

volverlo a pensar como acto floreal,

lo que impide soñar la paz más arterial.

© Jcb

Huellas

A Miguel Ángel Rodríguez Reynaldo

Sólo tus huellas son las que hablan de ti,

los hechos y dichos que ponderan tu

ser, únicamente tienen doble menú,

quien habla de ti, la parte más alhelí;

honorable y pluscuamperfecta carmesí,

tira de ti, gestiona tu ser, tu ímpetu

diligenciado por su razón chistu,

que tutela toda acción frenesí.

Las huellas se cruzan en el silencio,

gestionan tus labios y la mirada,

son hijas de tus ancestros y su razón.

Tus huellas te llevan y armisticio

condicionan en causa de cruzada,

donde sentimientos son juicio y acción

© Jcb

Madrugada

En la madrugada ato los lienzos

desmadejados, busco la luz madre

que todo lo cubre, incluso el hambre,

donde los corazones crean lazos

de aflicción y razón, cual aderezos

de humanidad; tutela sin descuadre

que programa los hechos sin arredre,

donde la razón no tiene días agostizos.

En la madrugada se atan el ayer

con el hoy, se une el pasado con el

futuro, se atienden las emociones.

Madrugada, momento para abatecer

todo sedimento con la mirada en el

deber hacer, conforme a las razones.

© Jcb