Renovar la esperanza

A Cristóbal Muñoz Alcántara

Todos los días hay razones para vivir,

cada día hay un nuevo sol, una

nueva luna, una nueva vida, una

nueva muerte natural, causas de vivir;

todo vivir es soñar, es revivir,

es programar toda razón diáfana

de la propia vida, quien es la cuna

de renovación vital del convivir,

con la esperanza y el sueño de

crear la certidumbre de la vida,

siendo no otra cosa que el sendero

que genera todo nuestro asteroide,

como instante de nuestra arribada,

donde juncos y espinas dan certeza.

© Jcb

Silencio

El silencio no es la ausencia de

ruido, es el estado de emoción

interior, aquel que paseas con la acción

de tu yo, donde construyes el ábside

de tu ser; con luces y sombras, acorde

con las cantatas de tu interior; atracción

de toda reflexión, luz y tinieblas, son

las penas y gozos que dan acomode.

Silencio, alacena de batallas

y tormentas, custodio de los fuegos

del corazón, donde el día y la noche

copan la ductilidad que acaudillas,

cuando el alojo del yo son apegos

de batallas de la razón que abroche.

© Jcb

La niebla

La niebla es aquello que se puede

definir en lo denso y extenso,

eso que te acoge en espeso,

te arropa y transporta, te excede,

te eleva a la acción, te accede

a su interior por el suave proceso

exterior, es el sueño embeleso

que te envuelve que amor te concede.

La niebla de plácido fuelle, tierno

y ligero acero de fuerza dúctil,

natural, espumosa y etérea.

La niebla te envuelve, con paterno

abrazo te rodea y extiende, útil

acción con canto de gorrión que recrea.

© Jcb

Del verde al negro

A corta distancia eres verde, de

lejos, en negro todo lo transformas,

eres pasión por la voluntad que tomas

de tu propia razón, así sol acomode

su tamizada acción, con su anude

de vientos susurrantes que logran brumas

de luz, quienes arropan su caución; armas

de voluntad e imaginación; anide

emoción creativa, con refrendos

de existencias de vida, cual caminos

labrados por luces que buscan color.

Creaciones que cautivan por acotados

espacios iluminados; adornos

de gozos por justicia de hechos con valor.

© Jcb

Del negro al blanco

El negro, color que todo lo integra,

armoniza y hechiza en todo

instante, llena el alma de lo creado,

cautiva al espectador que consagra.

El negro genera el espacio que logra,

integra el blanco color, por tal escudo

de emoción como silencio amado,

blanca armonía de razón que emigra.

El negro susurra al viento y al sol,

es naturaleza viva, llama de luz

que ilumina el horizonte de sonidos.

El negro es amor que crea crisol,

rumbo de navegación, eco tragaluz

de creación con vientos adheridos.

© Jcb

Zarandajas

Zarandajas son las que salen de tu

boca para infravalorar o despreciar,

para ganar imagen; por codiciar,

tus palabras y hechos son paspartú.

Tus hechos son zarandajas si tu espíritu

carece de armonía, donde acariciar

con hechos y palabras es aliviar,

la vida propia y ajena con ímpetu.

Tus palabras son zarandajas cuando

callas y no denuncias las felonías

y falacias de quienes te rodean.

Eres un pendejo cuando abjurando

reniegas de tus promesas con bigardías,

zancajeando con bastardías que afean.

© Jcb

Los derrotados

La victoria como la derrota, son

hechos empíricos y subjetivos, los

que dan resultados opuestos, batirlos

y superarlos exigirá reflexión.

Siempre son vínculos vivos de razón,

hechos de valor con historia, verlos

y con objetividad analizarlos,

exige análisis con armazón.

Los derrotados, siempre son humillados,

pagan un doble precio por los giros

inversos, sus vínculos fueron adversos.

La victoria pide doble derrotados,

la derrota es triunfo de jornaleros,

de sangre y sudor por días adversos.

© Jcb

Sonríen por sus alforjas

Sonríen por sus alforjas, son los menos,

de común gran parte de ellos son monte

pelado, sin oficio, son escaparate

del analfabetismo social; ganarnos

no buscan con sus sonrisas, sí abatirnos;

sus sarcásticas pruebas son el baluarte,

dan fe de su escaso valor, su batiente

seco y vacío de honor, son abono

al desierto de reflexión, por torpeza

de ánimos y ausencia de razón.

Sus alforjas van llenas gracias al sudor

ajeno, las que se mantienen por mor

de la felonía que a diario practican,

sus falacias están por todos los rincones.

© Jcb

LXIX

La dignidad tiene por ingredientes

la educación, la formación, la razón

el ser verdad con toda dedicación,

perseverancia y fervor constantes.

La dignidad es conciencia con corchetes,

anaqueles del ser, donde la pasión

son refrendos del yo sin abdicación,

armonía en acción como adherentes.

Dignidad es ciencia de eternidad,

donde el alma de cada cual, se muestra

sin disfraz, sin algarabía y con bondad.

Dignidad son palabras en libertad

con refrendo de hechos y su verdad,

eterna nobleza, prudencia en anidad.

© Jcb

Espiritualidad

Espiritualidad, estado de traslación

personal, donde domina el mundo

interior del ser individual, punto amado

en vigilia, escudo de construcción,

de toda individualidad, cuya acción

es la interioridad, custodio vallado

del yo, quien se proyecta abonado

el estado de la razón, abducción

de la reflexión como organización

de vida interior del yo, cual proyección

exterior, organiza la vida del

ser en armonía y pasión, concesión

del amor que busca verdad, acotación

de la humana finitud, en vida vergel.

© Jcb

Albores de la humanidad

Atiende los albores de la humanidad,

si con tal observación, abres tu alma,

la llevas al vacío, libre de amalgama

adherentes que limitan tu efectividad;

veras como siempre la adhesividad,

ha sido la constante vital del ánima

de las gentes que buscaron el axioma,

cual asideros guía donde hallar verdad.

Buscar las respuestas de lo que sus ojos,

tus ojos ven, sus manos, tus manos palpan,

caminar por senderos que den respuestas;

ha sido y sigue siendo los grandes anejos

de lo humano; las preguntas acampan

en toda la eternidad sin respuestas.

© Jcb

Trascendencia

Si buscas más allá de tu interior, no

camines muy lejos, hurga en tu yo,

la naturaleza te dotó, te instruyó,

te capacitó de razón y gobierno.

Si eres capaz de amar y ser fraterno,

de reflexionar y ponderar, sin refluyo

en tu dominio interior, donde lo tuyo

tenga todo el valor sin más adorno.

Trascendencia, asidero de limitación

natural, recurso por el que la persona

no sabe explicar la superación del yo.

La trascendencia encomienda acción

en tu yo, por el achique del alma nana

ante la larga noche de la inmensidad.

© Jcb

La victoria

La Victoria, es aquel estado de

superación de esas dificultades,

por las que hay razones y actitudes,

de días más y menos tristes; acude

a tus contrafuertes y arbotantes, de

ellos tomarás las palancas, alardes

de equilibrio y contrapeso, tildes

de ilusas ilusiones donde exude,

la verdad de toda victoria que por

tal es derrota de uno o todos, ya

física o mental. Lo que importa es

la verdad y su razón, sin estupor

ni lesión por dejación, que confluya

sin daños por lesiones irreparables.

© Jcb

La cota de los noventa

A José María Salinas Llanos

Noventa, no es una cota que se

mida en metros, sí por días de vida,

umbral de nobleza, de valor y acogida,

siembra de honor y labor sin abnegarse.

Noventa, cuenta para abanderarse,

con valor de blasón por la vida vivida,

donde la armonía ha sido admitida,

como guardia custodio para abrigarse.

Noventa, antorcha de días en gestión,

pasión de sueños y recelos; de días

y noches al raso, tras el sol y su ocaso.

Noventa, farol guía de justa razón

sin camuflaje, buscando respuestas,

por arrancar la cosecha y ganar el yantar.

© Jcb

Tiempo y paciencia

A José Vicente Delicado Pérez

Tiempo y paciencia, son los poderes

de tu acción para saber ser y estar,

principios por los que debes aceptar,

tus actos; por ellos tomas valores

que aún contracorriente que adhieres

a tu ser, son licencias para acertar

con paciencia, vivir la vida y atar

con honor la verdad que abanderes.

El tiempo te enseña la necesidad

de ser paciente, ello genera paz,

belleza, armonía e iluminación.

El tiempo abre caminos de calidad,

los que con efectividad, siendo capaz,

puedes hacer valer justicia y razón.

© Jcb

El arco de medio punto

El arco de medio punto, es perfección,

equilibrio y armonía en acción,

con belleza, traslación de la razón,

medio de paso de primor composición.

Soporte de cargas con admiración,

punto de homenajes como oración,

creación de las gentes, decoración

del orden con melodía y proporción,

lugar de tránsito y comunicación,

por donde ha cruzado toda generación,

cual victoria del honor con obligación.

Centro de encuentro por la abducción,

de argamasa y villanía con abyección,

que del bien por ablación toma posición.

© Jcb

El mito del cielo

El mito del cielo, como tal, es una

ficción, aún así, mito es creación,

el del cielo estimación, ablación

de luz, sabiduría, bondad, fortuna.

Tanta cuanta cada cual en su acción reúna,

por decisión personal o por infusión,

de la tribu de pertenencia, ilusión

belleza, paz, armonía de toda cuna.

El mito todos los pueblos lo han creado,

lo han soñado, lo han valorado

como principio de valor coronado.

El mito del cielo, transciende afanado

cual alarde de honestidad, afectado

de caridad, por alma pura hornado.

© Jcb

No dejes morir tu vida

No dejes morir tu vida, con ella

cesarían muchas más cosas que la

finitud de tu cuerpo, toda biela

es importante, pero la candela

que enciende, vivifica y bisela

tu yo, toda ella es gran centinela,

obra la acción de ser covachuela

de los elementos que acuartela,

sustancia de ese ego que tutela,

basamento de afectos coronela,

quien ordena la vida, portezuela

de razón y sumisión curatela

por amor y pasión, como ciruela

en sazón que justifica comérsela.

© Jcb

Vasija de tu yo

Si tu cuerpo es la vasija de tu

yo, y, tus ojos el espejo de tu alma,

tus actos y tu palabra son calma,

donde el ser debe ganar ímpetu.

Deja que el carruaje de tu espíritu

fluya en toda su extensión, es tilma

que arropa los actos del yo, tal olma

de acción y expresión, es cual tutú

que permite la gestión de los pasos

de danza de tu landó, es el cincel

que con justa presión gana batalla.

La guerra la tienes perdida, pero

si cuidas el ánfora de tu yo, las

derrotas serán leales a la vida.

© Jcb

Marcando hito

“Un hermano puede no ser un amigo,

pero un amigo será siempre un hermano”.

Benjamin Fransklin

Firme en su puesto de vigía, cuya

responsabilidad es comprobación

de palabra con verdad por adhesión,

toma prueba de aquellos que intuya,

ganan espacio cual armonía influya,

como estancia de sincera reflexión,

belleza de calidad por ensoñación,

donde la fraternidad no diluya

el pensamiento en la diversidad,

cual promesa de acción es unidad,

de ofrenda por honor a la razón.

Allí, donde la palabra es beldad

como decoro de caballerosidad,

es homenaje a la cavilación.

© Jcb

Seguir el camino

Cualquiera que sea tu deseo, tus

sentidos y la más profunda razón de

tu ser, lo más intrínseco de tu linde,

terminará por ganar tus ímpetus.

Pueden darse alteraciones de rictus,

pero ellas duran el tiempo de un balde,

hasta observar tu incomodidad cofrade;

de común tu vida es igual a tus meritus.

Tu alma tiene sus razones, sus esencias,

que de ordinario andan al unísono

de tu sensatez, vertiendo en su razón.

El respeto de cada cual, es su libertad,

atalaya de ser y opinión, conciencia

de la verdad personal, unidad del yo.

© Jcb