domingo, 27 de marzo de 2022

LIII

 




Su alumbrado fue apagado, ya nada

fue igual, los baúles sellan la envidia,

la escarcha se hizo dueña, en la abadía

el pánico se alzo a la balconada.


Los campanarios dejaron callada

la mañana, la noche y voz del día,

el silencio se hizo en la cofradía,

todos quedaron en vía acotada.


Las ilusiones de gentes se ajaron,

la razón no razona el pensamiento,

todo se observa gris cuando no negro.


Sí, los anaqueles desatendieron

su utilidad, la maleza hizo asiento

en espacios de vida sin reintegro.


© Jcb



domingo, 20 de marzo de 2022

LA CONDICIÓN HUMANA

 



Transitar por los caminos de la paz,

es un río que te lleva a un mar lleno

de tempestades, a las que de pleno

debes hacer frente sin más antifaz.


El espejo refleja tu faz, capaz

de sortear y crear el veneno

de aquello que tu imagen hace bueno,

cuyo imperio es la certeza más rapaz.


Moverse en la vida exige notable

donaire, arrojo, desafío y sueño

fugaz para los ojos no condenar.


Sólo en lo humano reside la maldad,

no hay crueldad lícita, toda ilicitud

es ajena a la razón y su equidad.


© Jcb




domingo, 13 de marzo de 2022

LV

 



Los desiertos asfixiantes exigen

sabiduría y tesón, erudición

para saber sortear la ebullición,

evitado actos opuestos que afligen.


Persistir en lo efímero da origen

a lo refractario, sin otra acepción

que su singular yo y, sin más oración

que la sinrazón e ideas que rigen.


Lo yermo es vacuidad, por tal incapaz

de florecer o aflorar verde o grises,

vivir con colores quiere afinidad.


Ahuyentar penas acota la paz,

ahora bien, ata cuanto precises,

nada te será dado con gratuidad.


© Jcb




domingo, 6 de marzo de 2022

HIENA

 



Desiertos abrasadores exigen

sabiduría y tesón, erudición

para saber sortear la ebullición,

evitado actos opuestos que afligen.


Persistir en lo efímero da origen

a lo refractario sin otra acepción

de su singular yo, sin más oración

que la sinrazón e ideas que rigen.


Quedarse en el delirio abrasador,

es retorcer la vida propia y ajena;

hacer mal es voluntad de alimaña.


Vivir la visión del adulterador

es aliarse al pacto de abyecta hiena,

que ríe y mata al vencido y cabaña.


© Jcb