martes, 1 de septiembre de 2015

XXXVI





Si edulcoras tus actos, que sean con
hechos de humanidad, creatividad
y certeza de verdad en abovedad,
para vivir con respeto y creación.
Que tus objetivos vivan sin trompicón,
sean proyectos de honor y abundad,
donde la observancia y afinidad,
den imagen de fraternidad y razón.
Que tus objetivos, tengan por conducta
la observancia de la reglas de juego,
ello es prueba de reflexión crítica.
Ordena todos tus actos y contracta
tus objetivos, cual jengibre al fuego
como aderezo de vida básica.



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