domingo, 25 de noviembre de 2018

XCII





Silencio, uno de los más bellos actos
que puedes observar como conducta,
procura que aquel sea obra de docta
ciencia, hija de la razón con afectos.

Advierte tu talante y sus conflictos,
su fin, que la reflexión sea estricta,
donde la resistencia dé selecta
cuenta de tus humanos intelectos.

Nada puede ser ajeno a tu juicio,
él debe presidir, justo, a tu modo,
las verdades más ciertas en libertad.

Tus alas de vuelo, sin armisticio,
son para volar en justo acomodo
de tu libre albedrío y su lealtad.

© Jcb