domingo, 28 de abril de 2019

0017





Mi atavío es ligero, “mi equipaje”
es liviano, tal cual la vida en paz,
cuyo precio regularmente hay que pagar.
Aún así, su coste, cualquiera que sea,
siempre será más saludable la calma,
cuya armonía, tarde o temprano,
producirá frutos imperecederos.

© Jcb

sábado, 20 de abril de 2019

LXXXV





Cuando marches, no olvides que el regreso
siempre es ventajoso y satisfactorio,
espera el afecto más ejecutorio
sin abalorio palabra embeleso.

Al perfume de rosas le confieso
verdad que atraviesa declamatorio
estado emocional, cuyo cimborrio
dona la más pura luz que atravieso.

En mi ausencia no pronuncies mi nombre,
busca en los anaqueles, encontrarás
mi yo entre hojas de papel oxidado.

Si precisas luz, rastrea la cumbre,
mi llama está presta, con ella abrirás
los muros que impidan el paso amado.

© Jcb

sábado, 13 de abril de 2019

LXXXIV





Abre ventanas, que el aire y la brisa
hagan explosión en tu juicio y jamás
se vean tus horizontes en armas,
que ellos sean valorados sin prisa.

Dota justa causa breve y concisa,
pues la premura sólo crea brumas
ajenas a razón y verdad que amas,
aquieta insomne adherencia imprecisa.

Rehuye la turba, ella sólo genera
desorden, farfulleo y fanatismo,
vacío cuyo incordio crea maldad.

Recibe a gente feliz, se vidriera
que camina por el justo activismo
de la razón la reflexión y verdad.

© Jcb

sábado, 6 de abril de 2019

LXXXIII





Dinamitar la sinrazón, troquelar
el desamor; la injusticia o mentira,
cual felonía que se derretirá
con la verdad más cierta sin tutelar.

La razón se impone en su rotular,
siendo la reflexión quien le batirá
la clave del ser, donde cohabitará
la verdad y justicia sin recelar.

Buscar lo cierto, es tarea universal,
exige constante luz, dedicación
y esfuerzo que dará su beneficio.

El fundamento es ganar sin sucursal,
el ser no admite delegar adopción,
son razones de causa justa y oficio.

© Jcb

sábado, 30 de marzo de 2019

LXXXII





El paso de los días dejan penas
y alegrías, zozobras de la vida
que enseñarán a digerir cabida,
para estando, ser, en sus alhacenas.

Tus veredas son pasos en arenas
con constante movimiento, avenida
por las que transita la complacida
existencia, tal cual las azucenas.

los caminos llevan vida sitiada,
mordidas en cada amanecida,
no olvidar que nada es regalado.

La vida es esfuerzo de acopiada
voluntad personal y conducida
razón, tutela de verbo anillado.

© Jcb

jueves, 21 de marzo de 2019

LXXXI





No lamentes ni justifiques nuestros
dolores, forman parte de la vida,
el transcurrir de los días, son mida,
limitaciones de nuestros calostros.

Con los limites de nuestros balastros
observa y medita la amanecida,
ella nos dona materia que anida
en nuestro yo fijando marca y rastros.

Cultiva la palabra en concordancia
con los hechos, donde tu vida atienda
justa causa de belleza y armonía.

Que nada te torture, la observancia
de dictados éticos, es molienda
que se atiende y extiende sin atonía.

© Jcb

domingo, 17 de marzo de 2019

LXXX





La tierra que pisas está compacta,
no imagines que está muerta, está prieta
para asir la germinación; despierta
tu mirada, aviva la razón, pacta

la vida que te guarece y en exacta
mirada, cambia aquello que te aquieta;
con magnánima gestión viva y abierta,
sea ella tu vigor que se refracta.

Los ríos, valles y montañas tienen
su razón de ser y estar, son unidad
en su diferencia e individualidad.

Ellas y ellos se nutren y mantienen
vida y orden, viviendo esa ajenidad
en alianza que suma la gran verdad.

© Jcb