domingo, 19 de septiembre de 2021

XVII

 




Desolados somos por sufrimiento,

lo que en absoluto será sorpresa,

que soportar es cosa de abadesa,

ya que el silencio tiene sabio acento.


La desolación atiza el aliento

cual útil luz en candil de marquesa,

quien brioso como el viento fija artesa,

ganando la partida al fuerte encuentro.


Sufrir por sorpresa hace desolado

al sabio que sabe guardar silencio,

tanto como al tenaz que vence al viento.


Gozar de luz es lucro de calado

que evita extrañeza y al autoservicio

del vacío, cual pena y descontento.


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