domingo, 1 de marzo de 2020

0032





Ante mi amplio horizonte se extiende la gran llanura,
el aire fresco de la mañana sacude mi rostro;
el paisaje es plano, pues las ondulaciones no entorpecen
la visión de la gran extensión.
Los colores que se presentan a mi vista,
son de lo más variado: rojos, amarillos, blancos, marrones,
ocres, verdes, todos ellos con diversas tonalidades,
lo que no desdice de los fuertes colores de la tierra.
Como el sol aún no se ha adueñado de la mañana,
la escarcha está presente en todas las plantas,
la carretera y los caminos están mojados;
los animales son escasos, aún siguen en sus guaridas;
refugio que les sirven de protección de la naturaleza y
defensa ante las agresiones de los animales humanos;
los vientos, siendo invisibles, se hacen presentes,
mi rostro es azotado con doble ración.

© Jcb