jueves, 10 de mayo de 2018

Dulce hora





Dulce hora aquella que con la lluvia,
encuentras cobijo, con el frío, el arropo
necesario, con calor, fresco y resguardo
donde abrigues la verdad que te atavía.

Dulce aquella alborada que convivía,
con fuego amoroso sin horóscopo,
donde todo era espacio y desarropo,
tiempo cuya razón del yo era savia.

Suave día aquel donde su único encargo,
era el de ser y afirmar el yo; ardorosos
tiempos de insaciables entregas vivas.

Dulce hora aquella que solo ella obra
su exposición, prórroga de afanosos
estados amables sin evasivas.

© Jcb