domingo, 5 de julio de 2015

Refulgir






El fulgor que desciende sobre mi y que,
irradia desde mi interior, es el aliento
que florece en la materia de mi cuerpo,
aquello que transciende y me absorbe.

La materia por medio de su abdique;
la razón gana espacios y el acierto
del lenguaje, supera el arquetipo,
transciende los sentidos del puro adobe.

Aquello que por medio de la reflexión,
eleva el yo a una fusión de unidad,
siendo la persona la que se hace presente.

Lo que cuestiona el ser y estar, la anexión
a la solemne meditación, el éxtasis
donde florece la interioridad del yo.



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