jueves, 7 de agosto de 2014

II






Una suave pluma ha llegado a
mi derredor, ha tomado posesión
de mi interior, lo mejor la oración
de su razón, divisa de su alcaldía.

Cuestiona el sol que nace cada día,
habita en ella la fuerza/razón
natural, que le da su ser vital, son
suma de su unidad de ser no baldía.

Es pasión de unidad por ser la mesa
que cuestiona su ser, aquella pluma
celestial de lo vernáculo in verdad.

Habita mi interior, cual abadesa
de reflexión, discernimiento, bruma
de mi razón, que posiciona mi yo.



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