domingo, 3 de agosto de 2014

Nada





Nada soy, nada tengo, con la vida
puesta llegué, ella me dejó lo que
tengo, el pedregoso tránsito de
sus añadiduras dan acogida.

Nada es más cierto que la afluida
existencia en finitud, abdique
que seguro el cuerpo le acentúe;
linde de realidad sin alfarda.

Capacidad, conocimiento, valor,
razón, reflexión y discernimiento,
desde la ponderación, el saber ser.

En sociedad, comunicar, ecuador
de escucha en cultivo, acento
de valores eternos por adsorber.



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