miércoles, 3 de julio de 2013

La matanza





A don José Vicente Delicado Pérez



Los fríos se echan encima,
hay que proveer para pasar
el invierno. El cerdo en su
gorrinera está, arreglar
el año con mimo tomó,
los días y su progresar,
prietas carnes darán, lo que
ayuda al año superar.

Llegado el momento, con un
sentido especial, rehusar
el saludo matinal, aún
cuando las estrellas rondar,
con sentido especial, a su
franco espacio no abandonar,
tal su resistencia, como
si su sacrificio, abortar
cual es su poder animal.

Siempre aparecerá quien por
valiente fue tal barbechar
como fanfarrón, coscorrón,
si se llevó por tramadar.
Ganadas las fuerzas, las que
el animal perdió, barbar
bajo mesa, matarife
dispuesto por sacrificar,
hace su labor, gritos de
desolación convalidar
bajo tal acción, de nada
sirvió, pues tras su denudar,
con sacrificio, su sangre
entregó para consolar,
a la familia que dedos
le otorgó con gran deleitar.

La ceremonia extiende su
rito ordenador, abejar
es su razón, cual previo su
pelo, por limpieza quemar.
Su descuartizado para
separación por vituallar,
por el luengo año que escanciar.

Es ceremonia amistosa,
familiar, la que festejar
para rito retener ya
que no es poco su gran manjar,
lo que ayudará, más aún con
las gallinas en el corral.

© Jcb, 07/2013