domingo, 16 de junio de 2013

Tu mirada






Tu mirada frente a la mía, fija
y sin titubeos, denuncia realidad,
sentimientos de los dos.
La distancia que separa
los mundos que ambos habitamos.
Ellos corresponden a
concepciones diferentes
por ser distintos los nacimientos
y las circunstancias de su desarrollo.

Por mucha voluntad que se le ponga,
la razón termina dominando a
la emoción, a las razones del corazón;
cuales no son otra cosa que hijos
del sentimiento y la pasión.

El único y cierto camino
de progreso y perseverancia
en la atención y participación
de la vida a dos, es que los
sentimientos del corazón,
pasen por el tamiz de la razón.

No sirve la voluntad del momento,
de una pasión y por ella dejarse
arrastrar en el tiempo;
esto más pronto que tarde,
tiene un final de razón,
una exculpación de justa
y libre pasión de emoción,
dominada por la razón.

Razón, único punto de firmeza
de la vida y la acción, que a
ella da sentido, la reflexión de la razón.

Los personalismos individuales,
terminan siendo arrumbados
por la nómina concorde,
razonada de todo tiempo y ocasión.