Toda
palabra y acto te delata,
tu
yo queda al descubierto ante
el
resto de las gentes, enrédate
en
tu decir y hacer, la razón ata.
Por
ello tus actos deben pasar la
tamización
de la reflexión, baluarte
del
deber, honorabilidad que te dé
ciencia,
justicia y convicción absoluta.
Son
de tu responsabilidad, todas
tus
palabras y acciones, son hijas de
tus
entrañas y tu yo, tu honestidad.
Así
pues, sé reflexiva y firme, jamás
dejar
victimas en el camino, el arte
es
avanzar, el mundo no se detiene.
©
Jcb