A
Lluna
Su
esperada personación ha sido puntual,
crecida,
con músculo, carácter y voz,
es
la despierta ensoñación, altavoz
de
la vida, la voluntad de acto mutual.
Su
presencia es perfección, justo ritual,
pura
lucha de superación, en sovoz,
es
jaez, centro y razón con portavoz,
ley
de vida que pide atención cultual.
Desde
el primer instante luchar por si,
son
actos de supervivencia y perfección.
Todos
se apiñan a darle calor.
Es
la vida humana que se ordena
y
sucede, donde los cimientos son acción
de
valor absoluto, contrafuertes de color.
©
Jcb