Resueltamente
y con presteza,
avanzan
en la confusión,
quienes
administran el desorden, el lío y el enredo;
aunque
se ofrecieron para todo lo contrario y,
por
ello fueron designados.
Ahora
bien, su inmoralidad, su corrupción
y
su hacer normas al dictado de terceros,
contra
los intereses de la mayoría;
les
hacen acreedores de los calificativos
que
con “paciencia” y “honor” se han ganado:
descollados
tiranos, groseros, corruptos,
golfos por el real de vellón.
golfos por el real de vellón.
©
Jcb