Libertad,
la voz del mundo,
el
atuendo que todos quieren vestir,
la
herramienta por la que todos dicen trabajar;
el
extremo al que todos se quieren asir;
el
santo y seña, que todos dicen conocer.
Voz
por el que todos desean tener licencia de poder,
de
ejercicio de representación. Garantía de poder.
Término
anciano y siempre joven,
al
que todos acuden y todos maltratan.
Tren
al que todos hacen descarrilar y,
al
que todos quieren subir,
no
precisamente para persistir en la jovial libertad.
©
Jcb