Sin
frugalidad, con prudencia y ecuanimidad,
cultiva
tus cualidades personales,
ellas
son perdurables en el tiempo;
ahora
bien, que tu acción y tus razonamientos,
no
estén sujetos a la vacuidad;
tienes
que operar y razonar
con
templanza, normalidad y honorabilidad;
ello
te vigorizará y hará que tu vida entre los vivos
tanto
como entre los muertos,
sea
de calidad ejemplar.
No
olvides que el presente no existe,
éste
no es otra cosa que el enlace entre el pasado y el futuro,
siendo
éste el resultado de tus actos y razones del pasado.
Así
pues, vigoriza la vida,
para
con fuerza habilitar tu muerte.
©
Jcb