No
es necesario mostrar bellezas a los ciegos,
ni
decir verdades a los sordos,
tampoco
decepcionar a quien en ti confió.
Basta
no mentir al que te escucha.
Las
palabras conquistan temporalmente,
pero
los hechos, esos sí, que nos ganan
o
nos pierden para siempre.
©
Jcb