sábado, 22 de junio de 2019

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Se que mis rapaciños una vez alzen su vuelo,
me superarán; sus capacidades y voluntad,
generarán todos sus logros.
Yo moriré contento por su felicidad y aciertos.
Sólo les pido razón ética en cada instante de su vida;
eso sí, blandiendo la bandera de la honorabilidad,
tanto en su ser como en su estar,
y, que su vida profesional sea
de absoluta pulcritud y perfección;
teniendo como credo de vida ciudadana,
sin apartarse de sus objetivos,
la ética cívica más humana.

© Jcb

viernes, 14 de junio de 2019

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Quien te ideó, te gestó,
a ella debes la causa de tu nacer;
hoy eres mi mayor razón.

© Jcb

domingo, 9 de junio de 2019

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Pese a mis desvelos, dudo que pueda llegar a tiempo,
ciertamente que lo deseo,
pero he de reconocer que el armario de mi yo,
goza de mucha flaquezas.
Cualquiera que sea mi final,
deseo poder llegar a ver a mis “rapaciños”,
atados a sus raíces y dispuestos a levantar vuelo,
con la mejor de las preparaciones posibles.
En la medida de mis posibilidades,
sin duda, a ello me dedicaré el resto de mis días.
La educación de su tribu y la instrucción pública,
les forjará y concederá los contrafuertes de su ser y razonar.
Es mi deseo que ese ser y ese razonar,
sea absolutamente ético,
en todo tiempo y lugar,
lo que les proporcionará un lugar
ejemplar entre sus conciudadanos.
No hay ciudadanía sin ética individual y colectiva.

© Jcb



domingo, 2 de junio de 2019

LOS QUE VIVEN EN NUESTRA MEMORIA




Habitar en lontananza es vigilar
la inmanente presencia y la constancia,
de quien es parte de la senda, esencia
que abastece la vida en su deshilar.

Su presencia es guía para perfilar
la conducta y razón de cada agencia,
sueños y pasiones por la adherencia
a la vida en tribu por su destilar.

Cuando alguien parte, siempre deja huella,
la que da testimonio de su vida,
vivencias que rememoran audiencia.

Así pues, sólo la muerte adentella
generaciones y sella añadida
vinculación de memoria en anuencia.

© Jcb

domingo, 26 de mayo de 2019

LA VIDA EN RAMA




Toda nuestra vida pende de una
sucesión de hechos y circunstancias,
fuerzas motriz que en la mayoría de las ocasiones
son ajenas a la razón y la voluntad personal.

Estamos sujetos a un árbol troncal,
del que nos unen afectos, además de:
educación, idiomas y otras
circunstancias personales,
que nos hacen progresar
y nos atan con nudos de fuerza total.

Hemos de valorar y tomar conciencia
de cuanto somos, queremos y/o podemos
y, aún, sin romper aquel cordón umbilical,
ser capaces de abrir nuestra vida a todo
cuanto deseamos hacer y ser,
esto es, buscar aquello que queremos ser.

Sólo nos es regalada la vida y el desarrollo
de la misma hasta la mayoría de edad,
una vez ello, sin romper las raíces troncales,
abrir las alas y empezar a volar,
según nuestros propios impulsos y voluntad de ser.

Tal vuelo, unido a las raíces que lo sustentan,
exige no dejar de otear la mejor presa
para el desarrollo y progreso personal.

Todo nos será permitido, salvo perjudicar
a la persona que tenemos a nuestro lado,
la felonía como la falacia,
no caben en los canales de la vida en comunidad.

Crecer a costa del sudor ajeno,
no lo olvidemos, es villanía,
bajeza moral, lo que no es compatible
con los deberes éticos de una ciudadanía cívica.

© Jcb



domingo, 19 de mayo de 2019

GANAR LA VIDA





La vida con su fija ceremonia,
cual noria que no descansa, su canto
requiere precisión y gran encanto,
donde el listón es alto en armonía.

Nada te turbe...”, la filarmonía
te demanda escucha sin desencanto,
así, “...nada te espante...” el anacanto,
flota y vive su gran hegemonía.

Busca el encuentro y el diálogo vendrá
dado, echa razón con humor, no agobies,
relaja, aquieta vida sin ironía.

Gana los vientos, vence la pereza,
busca la vivencia y su luz de vida,
como los viejos robles echa raíces.


Abre las alas y alza el vuelo, haz
de tu hegemonía una vida feliz.


© Jcb



lunes, 13 de mayo de 2019

LUZ VIGÍA




Eres vigía del medio, iluminas
tus pasos y los de aquellos que junto
a ti avanzan por senderos de acento
e ingenio, afecto en vías que apadrinas.

Ser vigía, no es una opción, tu atinas
con la ruta de la luz, el minuto
de reflexión, cuya verdad es punto
de emoción por el honor que aglutinas.

La vida es una vereda de espinas
y rosas, de luces y sombras, huellas
y simiente que tomas y acaloras.

Avivar exige arte y disciplinas,
prudencia que exprimes sin más querellas
que la integridad, justicia que afloras.


© Jcb