Culpables

Tal es la vida, que cuando conoces

las razones del ser y estar, poco

a poco, te cambian todo el enroco,

el cuestionario es otro, así adoleces.

Por aquellas preguntas, no abasteces,

caes en la ignorancia más neumococo,

con el nuevo cuestionario eres loco,

surgen modificaciones que aborreces.

Por tal te miras y no te reconoces,

te han cambiado todo el embroco,

tal que pasas por gañan de pastizal.

Caes en la ignorancia de actos atroces,

por aquellos que te llevan al equívoco,

los falsos salvadores gozan del barrizal.

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XVI

Es la oración de la razón plural,

el valor supremo de todo inicio,

cuya acción de vida por principio

es unidad de salud moral/corporal.

Hecho principal y fundamento central

libertad y educación, anuncio

de acto primigenio sin artificio,

son los valores que da ser natural.

Ser, unidad en la vida con valor

de pluralidad, como dedicación

superior del ser, proyecto de razón.

Desde el inicio, acción sin dolor,

nobleza y pasión con motivación,

para que tu cayado tenga horizontes.

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El pensamiento

El pensamiento se muestra como fuego activo,

es llaga sangrante permanentemente abierta,

la que está manando en todo instante,

es un volcán con emisión exterior,

de todo principio, densidad y color,

su producción no tiene fin,

sólo lo corta lo más ancestral, la muerte personal.

En todo momento busca la salud y felicidad individual

y; sin embargo, forma parte de la fatalidad,

aún así, siempre es indulgente,

siempre esquiva la responsabilidad,

al mismo tiempo busca el contraste, lo negro y lo blanco.

Es una máquina de producción,

sin solución de continuidad.

Explora en todas las direcciones,

cualquiera que sea su estado emocional,

siempre tienen algo que exponer,

una nueva razón que matizar.

En todo momento aparece como un canto rodado

en plena exposición,

su pulimento es pulcro y conforme al momento,

nada le es ajeno, todo llama su atención,

nunca lo encontrarás apartado de la ocasión.

Sin pensamiento en libertad, no hay persona,

no hay vida, no hay sociedad.

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VI

Nada hay más valioso que tomar

el timón de tu vida, con mirada

al frente, buscar tus horizontes, toda

ella te pedirá ganar y retomar.

Por tu destino, tu yo deberá cromar

sus partes más débiles y tener abrigada

el franqueo de murallas de la peonada;

con ética y honor, el cayado domar.

La vida exige esfuerzo, ganar la paz

y armonía de la misma, no es algo

que sea gratuito, motivación sin fin.

En tus horizontes debes ser capaz

de suscitar tu evolución aún con jamelgo,

no te debes detener, observa el mar.

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Personalidad

Para tu personalidad, no busques

más envoltura ni más dios que tu propio

interior, toma tu ser como principio

de realidad cuya reflexión apliques.

Pon pasión al espíritu de los bosques

del yo, busca el valor del acopio

de tu ego en la creación caleidoscopio,

es la creación que te circunda sin diques.

Tu personalidad, es la representación

de tu yo, las entretelas de tu alma,

es la base de tus actos individuales.

Cualquiera que sea tu administración,

la equidad es armonía, que calma

la bandera del honor llena de ideales.

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Dignidad

A Rafael Cobos Jiménez

La dignidad tiene por ingredientes

la educación, la formación, la razón

del ser de cada cual, exige dedicación,

perseverancia y verdad constantes.

La dignidad es un hecho de actuantes,

individuales y colectivos con pasión,

sin accidentes, con respeto, sin abdicación,

pide método de ser con corchetes.

Dignidad es laboriosidad, libertad

de ser, prudencia que da la sensatez,

el valor de la reflexión con honor.

Dignidad, es nobleza sin amputad,

esfuerzo por la verdad con brillantez,
exaltación de bondad con pundonor.

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Amores del amado

Los amados fluyen con su razón, quizá

ambos en su propia singularidad,

buscan engarzar razones de unidad,

crean la luminaria que causa baliza.

La persona amada con gozo barniza

ritmos en su corazón por ajenidad,

busca reflejos de vida en actividad,

puerta de frontera que cromatiza.

Por contra, si llenas tu vida de belleza,

armonía, paz y dulce generosidad

ese mundo que mirada cambiará.

Nacerán ríos y mares, vida cereza

que hechiza sueños en frondosidad,

lo que encenderá vivos resplandores.

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