sábado, 14 de junio de 2014

Gente menuda






I
Gente menuda y viva,
despierta, risa alegre
y ensueño.

Gente de gran esperanza,
con ego admitido, en
crecimiento


II
Gente menuda, pícara
sin maldad, de pronto lloro
por vivenciar

Gente sin espera, brilla
sin doblez, todo crédito
enamorar.


III
Gente menuda, cascabel
como cincel que modula
vejez ajena.

Gente que crece, anaquel
del mayor brillo, es duda
bulliciosa


IV
Gente menuda, dueña del
sueño, reflejo de instante,
sonrisa es.

Gente espejo ancorel
del ayer, alegre baluarte
de la verdad.


V
Gente menuda, doliente
candor natural, alegría
y sinceridad.

Gente genuina abreviante,
brillante entente, vida,
propio celo.



© Jcb



sábado, 7 de junio de 2014

Belleza perenne 2






A Nerea




II


Belleza perenne eres tu niñ@,
cascabel que, en el mismo momento,
ríes y lloras por ser todo contento,
tu felicidad pende del cariño.

Belleza por su natural aliño,
que por singular, es fijo acento,
del ánima humana alimento.
Los dioses te guíen con singular ciño.

Si tu belleza se une en perenne
ser, no busques mayor naturalidad,
ella es singular en todo tiempo.

Cual espacio, la humanidad cierne
por intemporal en actos de bondad,
de dioses humanos que crean verdad.




© Jcb




Belleza perenne







A Nerea


I


Belleza perenne, aquella que nace
del pequeño cascabel, de la clase,
que sin otra razón que su ser,
es todo en un mismo instante, quien ríe, rolla, grita,
canta y diabluras mil, es capaz de hacer,.
sin más razón que la vivencia de su propio ser.

Es la belleza estable, la que más, soy capaz de buscar
en silencio cantar y degustar en las papilas de la razón.
Busco y quiero, en todo tiempo y lugar,
lo asentado en la verdad intemporal,
la efectividad que traspasa los muros de lo temporal,
aquello que genera certeza y arraigo,
traspasa los tiempos y los espacios,
genera voluntades y acerca individuos,
convoca construcción humana, del yo y el nos,
cita a los dioses de todo tiempo y lugar,
logra uniones de paz y fraternidad,
civilización de amor sin rencor.

Conservar el fuego de la belleza perenne,
es ganar en crecimiento estable que traspasa
lo límites y muros de lo personal,
se extiende a toda la sociedad,
para una y otra accionar en el desarrollo
generacional. Nace del interior de los individuos,
sus dichos y hechos, son actos que
perduran en los tiempos y los espacios.

Belleza arraigada, belleza natural,
que atempera la belleza temporal.
Belleza endémica, que por ser natural
a cualquier obrar, alcanza todo rincón
humano, interior y exterior.
Es el gozo de lo uno y de lo otro,
es el amor de la razón, teniendo por norma la reflexión,
la generación del amor, la sencillez del sentimiento,
humana decisión en oración de amor,
cuestión de lo uno y lo plural superior.

Alcanza a la diversión de la oración de la humana relación,
de lo singular a lo plural,
que como tablero de ajedrez,
encuentra su comunicación de humana gestión,
de la razón para crecimiento de lo superior,
es salto personal para superar lo individual.
Plural superior, donde lo humano encuentra,
su razón de ser y estar.
Belleza perenne, glorifico tu ser y estar,
razón del humano caminar.





© Jcb




viernes, 6 de junio de 2014

Belleza temporal







A Nerea



Ciertamente gusto de la belleza temporal,
pero ella no es otra cosa que eso mismo:
belleza en el tiempo y en el espacio.
Sí, es cierto que la belleza pasajera,
produce alegrías y satisfacciones,
alguna sonrisa y ciertas bienaventuras,
pero todo ello, queda sujeto a los tiempos
y los espacios en los que la misma se produce,
lo que no son otra cosa, que
estadios ciertos y limitados.

Así, la belleza perecedera, es aquella
que nos proporciona toda criatura,
inclusive antes de nacer.
Ésta, en más o en menos,
tiene fecha de caducidad,
cierto que siempre desconocemos su fecha final.

Ella crece y se desarrolla hasta llegar
a la cima de su estado natural.
Una vez allá, empieza a descender,
hasta el momento del finiquitar.
Dicho final, es la muerte, no más.
Tras ésta quedará el recuerdo
como expresión natural.

Con la belleza temporal,
las gentes viven, gozan y se recrean
en un espacio y tiempo fugaz,
que no se extiende más allá,
en todo caso, del recuerdo de lo que fue.

Crea alegrías y felicidades temporales,
ello es hermoso, genera satisfacciones,
pero en ningún momento supera
el hecho material de lo transitorio.
Aún así, es algo por lo que hay que felicitar.

No es la belleza que se marchita,
la que me da más afección,
ella carece de eternidad,
que es la que más gusto contemplar.

Ciertamente, lo lacónico, es lo que más gusta al personal,
por no ser lo más perenne de éste secarral,
ella, lo limitado, también me gusta, la quiero gozar,
cualquiera que sea la forma, el tiempo y el lugar,
pero ella, por ser natural, termina por ser pasajera y,
hasta crea desafección,
lo que puede producir un gran tumor
cualquiera que sea su razón,
siempre es un maligno dolor.

Lo transitorio, es importante, si,
pero sabe que va a fallecer,
pues carece de eternidad,
que es la obra que todos queremos buscar.
Belleza temporal, belleza natural,
belleza cascabel del juvenil despertar,
por la que también hay que saber
vivir y convivir con aquel gozar.



© Jcb









sábado, 31 de mayo de 2014

Belleza







A la belleza humana que nunca perece



¡Cuan grande y hermosa es la belleza,
ella por si sola es espíritu que adereza,
es noble y de común otorga certeza!.

¡Belleza exterior, belleza temporal!,
pero ello, no siempre
es belleza de razón ni reflexión,
belleza de ser, belleza en el estar,
belleza de nobleza, belleza en acción,
belleza en la oración que al sol de cada día,
sin otra razón que la serenidad de un corazón
henchido de pluscuamperfecta reflexión, 
por mor de la perfección en todo rincón.

Por curiosidad mira al infinito
de la tierra y el mar,
verás la belleza brillar
y la vida salvaje, así como de las flores su palpitar.

Aquella, como tu interior, es belleza intemporal.
Dioses de todo tiempo y lugar,
la buscaron y secundaron,
fue y es su más sublime razón.

Así, la busco y secundo yo,
te invito a tal insigne acto,
ello no es otra cosa que la búsqueda 
de la brillantez más natural, no como hecho singular.

Admito mi candor, pero es la oración de mi razón,
no por ello dejes de admitir que son instantes de belleza,
para vivir y viviendo sentir el vivir.




© Jcb




jueves, 22 de mayo de 2014

Vivir






Vivir, vivenciando la vida, no es
otra cosa, que el vivir viviendo,
y por tal todo tiempo construyendo,
donde tu mochila de yo llenares.

No vivirás sin construir y abonases
aquel vivenciar por el que adhiriendo,
aquel gavillando, vas afluyendo
del yo al plural que en si ceñires.

Eres singular/plural en unidad,
por tal singular conducta tu vida
conformas, en única/distinta verdad.

Vida, la suma de oportunidad,
por lo que tu yo goza, vive y da
resplandor de tu belleza intemporal.




© Jcb




jueves, 15 de mayo de 2014

Factura humana






A Cristóbal Muñoz Alcántara



Son mis gustos en factura humana,
una perfecta concurrencia entre la
belleza del ser, cual por aceptarla,
es razón y corazón en besana.

Así, el individuo, única diana,
vive su condición por absorberla,
tal que en la vivencia por abrirla,
finitud es su palpitar aduana.

Existencia limitada, infinitud
del yo por contraposición aviaria
al cuerpo albergador disociador.

Es hábitat de género, aptitud
que dará la medida candelaria,
por la perfección de su yo hacedor.


© Jcb