Tu
crecimiento humano debe estar asistido
de
una vida ética ejemplar y
una
inteligencia que de fe de ello; por tal,
no
hay camino sin vitalidad,
no
hay camino sin proyecto trazado,
no
hay camino sin compromiso cívico personal,
no
hay camino sin esfuerzo y dedicación ética,
no
hay camino sin “ilusiones” trazadas.
Aún
así, en todo tu transitar,
siempre
te encontrarás cruces de caminos,
tomar
una u otra dirección, pese a los consejos,
invariablemente,
su validación, siempre será cosa tuya;
una
vez tomada la nueva dirección,
sin
dudar, mantén el rumbo de tu nuevo sendero,
olvida
cualquier otra posible opción.
Nada
te será dado gratis,
la
gratuidad sólo la encontrarás
en
tu tribu más inmediata;
por
todo el resto pagarás un alto precio.
Mantén
firme las velas de tu batel,
el
timón es tuyo, no te desvíes de tu ruta,
tus
objetivos, sólo penden de ti,
los
logros y los fracasos, siempre serán tuyos.
©
Jcb