Honor

Tu honor está sujeto a tu ser,

tu acción y tu palabra son conducta,

cuya honorabilidad dicta

ciencia, humanidad para recoser.

Honor es nobleza, justicia, neceser

al que debes sensatez correcta,

una humanidad que marca tu invicta

equidad e inteligencia de su ser.

Honor es justicia y templanza,

desde la concordia, son los valores

que asientan las gentes artesanas.

Honor es dignidad por la balanza

de la rectitud de cada cual, honores

en todo momento sin aduanas.

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Vivir la vida

La vida es para vivirla, cuya

vivencia exige disciplina, la

que demanda razón, para abrirla

con verdad, donde la reflexión fluya.

Vivir la vida, es hacer que incluya

el sentimiento y la razón, batirla

para gozar del ser, para dotarla

de belleza y armonía como suya.

Tu vida es tu yo y en todo momento

debe estar en rehabilitación,

pues somos una obra inacabada.

Una vida en constante balizamiento,

es medir los límites de aclimatación

del ser, viviendo una vida liberada.

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Nota de interés:
La imagen que acompaña al soneto, es propiedad del pintor don Mariano Mosquera Mata.

El camino de la vida

Los primeros pasos de la vida, son

titubeantes, exigen dedicación

con aprendizaje, caídas y pasión,

tomaremos las manos con decisión.

Toda alzada precisa su blasón,

esfuerzo, energía y concentración;

para evitar más tropiezos, reflexión,

cuya razón es ciencia con diapasón.

Vida que alberga toda nuestra razón

de ser, son contentos y tristezas, lloros

y risas, lapsos de vida adobados.

Caminos, tiempos y espacios allende

quedaron, todos ellos son certeros

nudos del ser y estar de cada cual.

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XLIV

Presta atención, no todas las cosas,

son verdad, ni arrojan luz de precisión,

la mentira y la falsedad, son razón

de egos mordaces y mentes obtusas.

Para liberarte de mentes confusas,

que de común son lacerantes, tu acción

sea prudencia y juicio, tu reflexión,

con frialdad, balanza en esclusas.

Tal brebaje demanda vigía, pulso,

ponderación de hechos y circunstancias;

todo juicio exige su sosiego.

La prudencia es un valor no convulso,

donde el paseo de las acacias,

es balanza en el uso de la razón.

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Armonía

No hay armonía sin el reposo

necesario, su ausencia nos supera,

cuando hay eclipse de paz, acera

por donde transita nuestro calloso

ser, saturado de urgencia, que brioso

será si une armonía a la vera

de su acción, su voz sería certera

melodía de interlocutor modoso.

Buscar la aquiescencia de tu ser,

es remover cielo y tierra para

asegurar, tras reflexión, tu luz.

Sólo por la razón podrás abastecer

tu necesario equilibrio interior,

henchido de humildad, verdad y vida.

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Amaneceres fugaces

Como cualquier belleza, amanecer

es un bello hecho de temporalidad

cierta, que dura un instante de verdad,

cuyo deleite es soñar y crecer.

Todo hecho natural es merecer,

luz y vida donde toda cavidad,

sea constante conexión de afinidad,

por crecimiento y progreso del nacer.

Todo día tiene su levantada que

cose y descose la vida de cada

cual, quien con razón busca de natural,

superar el despertar que acerque,

su soñar a la realidad ganada,

por afinidad al ser más natural.

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Estrella del Alba

Con el alba del día llega toda la

luz, la primera luz que ilumina tu

ser, con ella debes construir canesú

para ver la estrella más céfala.

Acicalada la mañana, abrirla

quieres, abrazarla con el ímpetu

que exige el instante, espíritu

vivo del ser que vive la vida rala.

Librar el día con esa luz del alba,

es ganar el soplo de la noche, cual

libación de los licores de la vida.

Libar los jugos de la cuatralba

vida, es vivirla, hacer contractual

el hecho de sentir su complacencia.

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