Como
prorrogativa del ser humano,
bella
cosa es expresar los sentimientos.
Aún
así, para acreditar la ignorancia, nadie
necesita
de los demás,
cada
cual se basta por si sólo.
El
más feliz de los seres humanos, es aquel
que
en ningún caso se siente superior a nadie.
La
libertad de acción y opinión, es franquicia de todos,
la
razón y reflexión, es cuestión de modulación,
entrenamiento
y dedicación.
Por
ello es menester que cada cual,
de
forma libre y honesta, en libertad,
labre
su propia huerta y
logre
los frutos propios desde su obra,
ello
en concurrencia libre con la pasión, reflexión,
honorabilidad
y ética en toda batalla personal,
inclusive
en la omisión.
©
Jcb