domingo, 14 de octubre de 2012

Cae la noche



Al caer la noche,
mi mirada se viste
de tormenta,
los rincones más
recónditos del miedo
se materializan en mi piel.

Quizá amanezca.

 

Los pares contradictorios





Si mis palabras te enojan,
¿por qué te molesta mi silencio?.

Si mi ausencia no produce vacío alguno,
¿por qué reclamas mi presencia?.

Si me consideras positivo,
¿por qué dices que soy un desastre?.

Porque no soy un “cocinillas”,
¿me consideras dependiente?.

Si me reclamas la palabra,
¿por qué la maltratas cuando la empleo?.

Si me reclamas cercanía y calor,
¿por qué en todo instante estas ausente?.

Si consideras que soy un “manitas”,
¿por qué te molestan mis acciones?.

Si consideras que la cuestión es de doble dirección,
¿por qué razón sólo conjugas el yo?.

Si el enamoramiento, entre otras cosas, es la admiración y respeto de la otra persona,
¿dónde quedó todo ello hacia mi persona?.

Si quieres tenerme a tu lado.
¿por qué tanto vacío cuando estamos juntos?.

Si el sustento de la pareja, entre otras cosas, son los afectos, el respeto a los espacios comunes e individuales,
¿dónde quedó todo ello?, ¿por qué los afectos son absoluta frialdad y los espacios individuales son machacados?.

 
“Se necesita la tristeza para conocer la felicidad,
ruido para apreciar el silencio y,
ausencia para valorar la presencia”
(autor desconocido)





                                     Al socaire de ello, recuerdo a aquel que se marchó a comprar tabaco y aún no ha vuelto.
¡Una acertada idea!.



Marcharse sin alharacas y ausencia de ruido,
un buen hacer.




 

viernes, 5 de octubre de 2012

Impresiones





I
Firmes en lecho
sin otra mutación,
firman oleaje.


II
Grita su silencio
soledad perenne es,
se basta sola.


III
Plañidera es,
traspasa el tiempo,
surquea espacios.


IV
Belleza natural
espejos alcanza,
tonalidad otorga.


V
Anonadado
miré su cara y
guardé silencio.


VI
El éxtasis fue
extenso y absoluto,
atragantado.

VII
Dejó el vacío,
tal el jeroglífico
es desdibujado.


VIII
Era un pájaro
desdibujado viento,
mar otorgó vida.


IX
Primavera les
cuelgan del muro, la
risa en llanto.


X
Risa y llanto
retroceden y avanzan,
tallo de planta.


XI
Mariposa alada,
pez que brota, ocupan
espacio espera.


XII
Una confesión,
el tiempo espera,
incapacidad.




jueves, 4 de octubre de 2012

Llegué







Llegué para presentar gestión de mi vida y de la humanidad que en mi tiempo me acompaño, pero no me dieron pautas de conducta, ni hoja de ruta, ni formulario de presentación; tampoco me indicaron el registro de presentación.


Estoy desarmado, sin defensas a la usurpación de mi ocupación, quedo a la merced del hacer de mis adversarios y arrendado a las fuerzas de la naturaleza.

 

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Salvador



¡¡¡Adiós Salvador, adiós!!!
Hoy sin ti mi soledad se acrecentó,
No siento dolor, pero sí, mi pena creció.

Días atrás, en el hospital,
te señale que nuestro candil se apagaba,
por tu valentía me ganaste la partida,
no siento la derrota, pero si tu despedida,
con ella mi orfandad es mayor.

No siento dolor, mi cuerpo no aguanta más,
pero sí mi pena y soledad.

Para mi, a pulso, día a día,
te ganaste el título de “buena gente”.
Te felicito y me alegra saber que te conté entre “mi gente”.

Has abierto el camino que otros no tardaremos en recorrer.
No me asusta ni tu partida ni la mía,
pero si me entristecen los afectos que en el camino se quedan,

Ya sólo te podré saludar en mi interior,
eso sí, me causa dolor.

Así pues “mon ami”,
reservarme un espacio,
pues en pocas fechas (no te puedo asegurar la suma de ellas)
iré a tu encuentro.

Allí, espero, deseo, poder vivir la vida,
que aquí no supimos o pudimos compartir.

¡¡¡Adiós Salvador, Adiós!!!
Gracias por tu amistad.
Gracias por tu consideración.
Gracias por tu bondad.
Siempre te llevaré en mi mente y en mi corazón.
Un eterno abrazo.


Emoción



Fue a tus cinco meses de gestación,
cuando por primera vez sentimos tu impulsión,
impulsión fisiológica exterior.
Fue un sentimiento de calor, de emoción,
pues ya te comunicabas al exterior.

Era desde mucho antes que ya sabíamos de tu existencia,
sobradas muestras las teníamos a cuestas.
Era una existencia querida y deseada,
donde todos los calificativos del deseo quedan cortos.

Fue la hora de la verdad,
el momento del logro de la ilusión.
Eres la criatura esperada con sano corazón,
¡qué comparación, no todos los gestados
encuentran ese grado de corazón!

¿Pero qué es la vida?
¡”una ilusión”!.

Es la ilusión de unos y otros,
¿es la búsqueda de mi yo?.
Es como toda naturaleza:
la proyección,
la reencarnación,
es en definitiva la lucha humana,
la sucesión, lucha del más allá,
que supera la existencia del propio corazón,
músculo sujeto a un tiempo,
a una vida, al reloj.

No obstante no es este el caso
que no une a los dos.
tu hoy criatura humana en gestación,
yo padre ilusionado con tu alborada,
más que la del propio sol.

Son tantas las cosas que pienso y pretendo,
que no se cual de ellas serán primero,
pero eso sí, queda y está presente
el aserto cierto y severo,
que seas tú quien escoja primero.

No es el deseo de proyección,
pero si es la ilusión:
verte crecer, correr, cantar,
progresar y también llorar.
Gemir las amargas
tristezas de este telar,
donde la vida
“no es coser y cantar,
pero sí es hilar,
hilar un ovillo sobre otro
del buen obrar, crecer y desarrollar.

No es sólo en obra y gracia,
es más, es hacerlo en la verdad.
La verdad que da la vida,
la verdad que da la lucha,
la verdad que da el sol de cada día
en el constante esfuerzo y superar.

Sí criatura, con todo esto te espero,
con ello y muchas cosas más
trabajaremos los dos y más.





Abraham





Para decirte que estoy aquí;
son muchos los días que han pasado,
que en la espera he ilusionado;
no quiero, sino estar cerca de ti,
darte mi calor, mi plural color.

Si ahora son mis palabras,
es mi corazón, es mi ficción,
eres mi amor, pequeño luchador.

Mañana serán mis brazos, también seré yo,
quien te tome y, acurrucados, ver el sol.
Ahora crece en el vientre de tu madre,
que aquí quedo yo,
también con esa nave voy yo.

Si, cariño, hoy he oído tu corazón,
también tu madre lo escuchó,
gracias al elemento mecánico detector.

Me he llenado de ilusión,
escuchar el palpitar de tu corazón
gran fascinación he sentido yo
satisfecho, embriagado de ensoñación.

Hoy es un día de gran pasión,
sólo en mi quimera te puedo hablar,
e ilusión, impresa, dejar.
Tu respuesta, que es aporrear;
abre en mi interior ideal en tu llegar,
verte y abrazarte, en mis brazos tenerte,
seguro que momentos sin fin serán.