domingo, 4 de diciembre de 2011

Raices



I
Tres pastores son,
la noche echa raíces
al despertar el día.

II
La luna siembra
la mañana, el rebaño
cierra la tarde.

III
Ellas cierran el día,
retiran la escarcha,
comen la fresca hierba.

IV
Junto a los muros,
Santa Ana les da sombra,
el descanso llega en su cobijo.

V
Los mudos muros son,
el barrero sustento fue,
en un quiebro la vida negó.

VI
En noviembre, a ti llego
con el alma en duelo,
ver la blanca capa que fue.

VII
Nada es lo que fue,
el rocío quiebra la mañana
la noche se extiende.


sábado, 3 de diciembre de 2011

Blanca Luna






















"Blanca luna", pese a tu edad,
te conservas en plenitud.
Observo tu fortaleza,
tu “bien estar”, asidero de la vida,
enganche de la misma finitud.
Bebe la “cicuta” de la vida,
ella te llevará al infinitum, no sin antes
vivir la vida en gozosa plenitud,
suave y relajada, siempre reflexiva,
conectada en todo instante
a los positivos polos del ser.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Policromía



















Planicie manchega que de mi estiras,
cuando a ti llego, de claridad me embargas.
Tu plana dimensión me extasía,
contigo mis ojos se iluminan.

Verdes, azules, marrones,
tapiz de entrecruzados colores
que en unidad forman claridad,
belleza que trasciende la soledad.

Mi cuerpo ya no es mío,
pertenece a otro crío.
Ello así, soy aquel que en ti nació,
que contigo y en otros lares creció,
allí donde la mochila cargó.

Cuando las lomas de la vida bajo,
a ti llego, “ligero de equipaje”,
para cargar de iluminación el carruaje.

Palomar villarrobledense,
a tu arrullo llego, tu luz tomo,
contigo marcho, en ti, contigo quedo.

Tus silencios




I
A tus silencios no le encuentro la razón,
pero estoy seguro que tienen una explicación.
Las razones de los sentimientos no son la razón,
simplemente son, en muchos casos, son obcecación.

II
Todo es cuestión de valoración.
Uno de aquí, otro de allí,
la suma es la que quiero yo.

III
En mi razón quien manda soy yo,
tu importas en tanto lo quiera o entienda yo,
las razones del corazón, no tienen explicación,
son lo que son, sin más razón.

IV
Lo que un día nació otro día murió,
las causas, el camino las forjo.
Forja que el tiempo formuló,
la que la noche de los tiempos,
de sombras el camino cubrió.

V
Sombras que en el día y en la noche
el alma achica y enloquece
donde la razón perece,
la vida, sin explicación, entristece.

VI
Sombra de mis sombras,
conmigo vas, donde quiera
que yo transite, tu allí insistes.
Sombra de mis sombras que mi vida derrites,
tu insistes y para ti no tengo escondite.

VII
Quiera la tierra y la razón,
que todo tenga su explicación.
Hay razones que no tienen ilustración,
son mis circunstancias, soy yo.

VIII
Cuando el yugo no se ajusta a la bestia,
el barbecho no guarda recta dirección.
Todo es cuestión de medida y fijación;
eso sí, con sentimientos y razón.
Difícil cosa y trabajo peleón,
más aún si en ese hacer hay dos,
sin son más, el sol pereció.

IX
Más grave aún, si en ese camino
la distancia y la hierba creció,
en algún momento en maleza se convirtió.
Por ello, nunca separar la razón y el corazón.
Corazón que sangra sin ninguna revelación.

X
Dos nunca es uno, tampoco ninguno,
pues uno es uno y uno tampoco es otro.

XI
Sombra de mis sombras, que a mí acudes,
como la vida y la muerte, es perenne,
en todo instante eres presente.

XII
Eres la vida, eres la muerte,
eres permanente, eres luz ardiente,
sin sol ni día resplandeciente.
En mi está la fuente,
el débil, el fuerte, el doliente,
sin querer en mí eres presente.


miércoles, 30 de noviembre de 2011

Noventa y Cuatro


Noventa y cuatro años ha,
que a la Tosca llegastes ya.
Con cantos y flores te recibieron.
La hierbabuena en la ventana,
olorosa la tenías todos los días.
La casa era un manantial
dentro del pedregal.
No existía gran comodidad,
pero en familia se podía estar.
Una gran familia que, dentro de la estrechez,
supo hacer y estar y, a la prole criar.
En la cuadra, el ganado caprino está,
hay que sacarlo a pastar,
no importan los chuzos de punta o el barrizal,
hay que ir y hacer lo que es menester.

Tiempo de Colores








Mayo, tiempo de olores,
tiempo de colores.
Mayo, tiempo de luz,
tiempo de pasión,
tiempo de amor.

Mayo, contigo llegaron,
contigo se marchitaron.
Contigo crearon espacios,
contigo dejaron vacíos,
que solo el tiempo espesó,
aún así los vacíos siempre son.


Mayo, contigo llegaron alegrías,
contigo nacieron tristezas,
las alegrías se transforman,
las tristezas son vacíos que jamás se llenan.
Es la vida en constante transformación,
vida y muerte en permanente evolución.

Vida es todo aquello que nace y muere.
Muere con la noche, nace con el día.
El día nos trae la flor que el tiempo marchita.

martes, 29 de noviembre de 2011

Nada compro, nada vendo








Mi cuerpo me abandona,
se ha hecho mayor,
ya no me sigue.

Al piano le falta afinación,
su teclado ha perdido conexión,
su armonía y sonoridad,
sin más quedó atrás.

Por contra, como aquel batallador,
mi fortaleza es más segura,
su estructura tiene más cimentación.

Nada tengo que comprar,
nada tengo que vender, soy yo.
Si quieres conmigo caminar,
Tómame tal cual.
Cada día un nuevo reto
y vuelve a empezar.
Para cosechar, hay que sembrar.

Los principios y capacidad, ahí están,
si quieres los puedes tomar o dejar.
Todo es acción y reflexión.
Razón y corazón.
Dos por uno en la misma gestión.

Ante todo consigo mismo honestidad,
no quiere decir que al velero
tengas que abandonar.
Su navegar no debe perder
intensidad y capacidad,
debe surcar los mares hasta el final,
hasta que el corazón no “bombee” más.

La viña su fruto dio,
ahora es momento de gozar
del caldo que aquella uva otorgó.
Bebe y goza en compañía y armonía,
de la añada que el paso de los días
te proporcionó, pues jamás volverá.

Al candil su mecha y aceite,
llegan a su fin, no hay más.
Todo es tropel sin querer,
pero así es. El velero llega a puerto
sin esqueleto que le sostenga,
sin ropaje ni amarre que lo ate.