miércoles, 22 de abril de 2015

Cuadrado negro








El espacio era amplio, con aforo
delimitado, todo el era puro,
milimetrado, de vivo color negro,
con rectos ángulos como el acero.

Pese a la oscuridad su luz oro
era densa y brillante, se encumbró
la placidez de la negritud que paró
en la belleza sostenida del artero.

Su belleza y armonía, eran rayos
densos con destellos de luz propia,
creación de pura luminosidad.

Un espacio vacío, donde nada es
ajeno, todo forma una unidad de
fulgor con su propia regeneración.



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