viernes, 2 de mayo de 2014

Águila voladora







A Irune García Bayo-Castillo



I


Pequeña niña que pende de nido,
alojo natural hasta madurar,
al momento, crecida, debe volar,
salto dará con grito alarido.

Águila voladora, aterido
quedo, seré agradecido, soñar
no te veré, en tu mayor perfilar,
cuando ello sea, yo habré sido.

Aún así águila voladora, quiero
ver tu vida ganar, gozar de ella,
crecer en unidad, grandeza de mar.

Serás única, singular, acero
de razón te requiero, acuarela
de amor, brillantez de vida firmar.




II


Como libro blanco llegas, cargado
de la historia de la humanidad,
lo que sobre ti escribamos, anidad
en tu vida será, marcaje dado.

Legado a tu biografía, bordado
a fuego que arrastrarás por bondad,
mejor intención dado en atildad,
forma de agasajar, dando vado.

Libre albedrío que deberás saber
hilar para con el tuyo anudar,
así crecer, vivir y vida gozar.

Agua en tu mochila para beber
a lo largo del camino por andar.
Mi rapaciña, es hora de soñar.



© Jcb