viernes, 6 de septiembre de 2013

Los demonios de cada cual







I



Todos gozamos de la garantía
celestial, “el demonio” es su agente
más subliminal, el nos amnistía,
nos arrastra, cobija abiertamente

por igual. Razonamiento emitía;
actos sin alegación por absorbente,
ausente de dialéctica que omitía,
negando cultura de acción, afluente

de la negación, razón y reflexión,
con laxa dedicación, tenacidad,
tolerancia, esfuerzo por el bien hacer.

El gran leviatán de la adulteración
social, por abyección, cual afinidad
del humano ejecutar en sociedad.





 

II



Nadie está exento de su lógica acción,
mas lo importante es estar ojo avizor,
ser buen escultor de tu propio interior,
te librará de su maligna adicción.

Observate, mide tus pasos, fusión
de tu razón y reflexión, cual dulzor
de tu entusiasmo, influencia de vida prior.
Es honesta la propuesta de afición,

cualquiera que sea la causa; batallar
la imperfecta razón, reflexión y acción,
ello ayudará a tu persona, tu

yo, que por íntegro y pluricolor;
único en fulgurar gran afectación.
Buscar la excelencia es desiderátum.



© Jcb, 05/2013