A don Ramón Torres Izquierdo
Dime ciudadano del mundo,
cualquiera que sea tu lugar de nacimiento,
o el hemisferio que ocupes,
¿cómo y por medio de qué signos,
reconoces a tu dios, cualquiera
que sea el nombre que le des?,
¿qué bondades tiene tu dios?,
¿es misericordioso, atiende tus ruegos?,
¿de qué forma castiga a quienes
no observan sus preceptos?,
¿quién transcribe los mandatos que dicta?,
¿tu dios tiene intermediarios
o tienes línea directa con él?.
No olvides que ningún
mediador en cosas de
dios es saludable.
¿Tu dios, es el dios guerrero,
el dios vengador, el dios castigador,
el que por celos persigue
a los que adoran a otro dios?
¿Te has parado a pensar que tu dios
es una obra de tu creación,
un hecho metafísico, que transciende tu yo?
¿Te has parado a pensar,
que todos los pueblos,
cualquiera que haya sido su tiempo y lugar,
han adorado, han implorado a un dios,
siempre como sumisión,
consecuencia de su limitación?
¡Querido ser humano, cualquiera
que sea tu tiempo y lugar,
tu color de piel, tu idioma,
tu espacio cultural.
Si tu dios es razón, reflexión, vida,
amor, paz, pasión, respeto, libertad,
unidad, alegría, esperanza, armonía,
salud, solidaridad, amistad, tesón
fraternidad, igualdad, humildad,
pureza, respeto, equilibrio, fidelidad,
dignidad, estima, bonhomía, compromiso,
tenacidad, cultura, prosperidad,
reconocimiento, familia, excelencia,
esfuerzo, dignidad, benevolencia,
honorabilidad, excusas, perdón,
más aún en el involuntario error!.
¡Mi querido amigo, conciudadano del mundo,
si éste es tu dios, entonces eres de mi confesión!.
© Jcb
