jueves, 13 de septiembre de 2012

La Mancha



I

La Mancha,
Piel roja de serpiente ondulante,
llanura sin mayor pendiente,
albergue sin mal cliente.
Sencillez sin reticencia,
llanura de corazón
Como sus tierras son

II

Sus plantas floridas
de variado color son:
El verde permanente
De tus viñedos,
verde y amarillentos girasoles
esparcida arboleda,
de escasos pinares.
Monte bajo de bajo montante.
También en tu otro extremo
algunos olivares.
El rojo de tus amapolas
en que el corazón implora

III

El agua
de tu subsuelo
la que gime y llora.
Por regar tu orografía,
incomprendida ella
por los ciegos de alma
que nacen cada día

IV

Tus diseminadas
casas de campo,
muestras de tiempo pesados,
pueblos en su mayoría.
Pobres, pequeños y alejados,
son muestras
se la explotación, saqueo
y abandono de la gente de obligación.

V

Esperamos que la
autonomía resucite algo
y, aunque no hay carácter
de esto,
es preciso tomarlo.

VI

Si el trabajo es riqueza,
ya sabemos donde ha ido.
Tus productos y tus gentes,
a otros pueblos que
aún no te han comprendido
y, hasta con desprecio
a tus hijos han recibido.
¿Motivos?
Fundamentales
jamás las han tenido.
Es y ha sido
el tiempo, la mentalidad,
costumbres y vida diferente.
Quienes los han dividido
y a su vez curtido.
También y en gran
grado
el político explotador
y “vivo”,
el de turno
y el de siempre

VII

Esperamos que con la
autonomía esto desaparezca
y quede en el olvido.
Que Madrid quede
en el mismo nido
de “Decreto” autonómico,
pero se olvide
de la vida que ha llevado.

VIII

Hablar de tus hombres, artesanos y artistas,
hombres de trabajo,
tierra y gallardía.
Son tus productos
los que tu misma
debes explotar.
No admitir políticos
extranjeros a ti misma,
que te vienen a explotar.
Tus industrias
deben ser
no el derecho y la escoria
que igual te vienen a minar.
Son tus propios
productos y riqueza, los que debes elaborar,
para hacer riqueza
y prosperar en comunidad.

IX

Tus tierras para labrar,
tus ingenios para literar e historiar,
tu llanura para soñar
y con el alma por ti volar.



La ternura



No es ternura el fuego de una pasión...
sino la suavidad de una caricia.

No es ternura el oleaje que se desborda...
sino el beso del cielo con el mar.

No es ternura la montaña que nos sobrecoge...
sino la macetita de violeta perfumada en la ventana.

No es ternura lo grandioso...
sino la delicadeza, la insignificancia, el detalle.

No es ternura lo que se da...
sino lo que se refleja y se deja traslucir.

No es ternura el sol que calcina...
sino la luna que embruja...

No es ternura el fuego que abraza...
sino el leño que se consume.

No es ternura lo que sobresale y resalta...
sino el escondite...el beso... la insinuación...
la luz y la rosa.

La ternura es eso que...
vitaliza al viejo... duerme al niño...
 
 

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Confidente


Eres mi confidente,
eres mi amor,
eres mi dolor,
eres mi pasión.

Te quiero como
a nadie quise yo.
Te quiero con amor,
te quiero con pasión.

Hace mucho tiempo que no tengo amigos de confesión,
quedaron en el camino del dolor,
nunca en el olvido o desilusión.

Amigos de pasión,
amigos de dolor
amigos confidentes
amigos de corazón.

Tu no sólo les has ganado al corazón,
también la razón, la pasión, el amor,
la confidencia, mi dolor.


 

Brilla la luz




Brilla la luz, sale el sol,
abro los ojos y allí estás tu.

Es la estancia a tu lado,
como aquel recodo del camino,
junto al río, donde no se conoce el frío.

Donde puede cortarse el silencio,
cual la maleza ha crecido,
tanto los chopos como los pinos.

Donde los dioses se hacen realidad
y la paz, un manantial.

El grito del silencio roto
por los pajarillos ribereños,
donde la grandeza humana se puede palpar,

Allí mi amor, estás tu, te encuentro a ti.




Besos mil se enredaron




Besos mil se enredaron
en el cuadrilátero de las sabanas;
y aquel beso, ¡aquel beso!, aquel junto a la puerta,
tras haberse ido,
fue el mejor momento vivido.



martes, 11 de septiembre de 2012

Ayer







Ayer siendo las horas veinte
junto al café, poleo compré,
también tarta de queso y galletitas
sin grasa, sin aceite y sin acidez.

Aquí quedo todo,
esperando a la gente
que por otra pendiente marchó,
es algo corriente que le pasa a más de dos.

Ahora el problema es la nevera
pasará el tiempo,
uno no es cualquiera,
no es lo mismo uno que dos.

Más aún, cuando a diario se pelea
con el peso y el cinturón.

Como siempre,
dos no se pelean cuando uno dice no.

 

Coplas a la muerte del amor


















A una y otra orilla,
con el tiempo la distancia creció,
en el tránsito al camino, ya pedregoso,

la hierba y maleza le creció,
la impaciencia el corazón endureció,
con ello y la distancia
la incomprensión se acrecentó.

Llorar un día sí y otro también,
no causa alivio,
si tristeza de corazón.

Decir hasta aquí llegó,
aunque sea necesario,
no es solución.
Cierra la puerta
mata la pasión
y desconsuela el corazón.

Toda roturación es una agresión,
sea a la tierra o al corazón.
A la tierra el bien y la pasión,
para el corazón la aflicción.

Nadie es culpable,
la culpabilidad no está sola,
tampoco es individual,
en todo caso es compartida
por los jugadores de la partida.

Cuando uno se encierra en su palomar,
cierra las puertas del otro solar,
que habitado o no,
también tiene su susurrar.

¿Qué sentido tiene la vida,
cuando la soledad del día,
uno tras otro, es tu única compañía?.

Soledad no buscada,
soledad no desea,
pesadumbre del corazón.

Cuando hay medida de doble valoración,
nunca se puede hablar de mi “yo”,
el “tu” y el “yo”, tiene matices de valoración.
Ambos pueden disentir,
pero cuando cantan el mismo idioma todo es.

Cuando se pide igualdad,
al final se debe palpar.
En su defecto todo asimetría será.
Cuando hay desproporcionalidad,
nace una variante, que es otro cantar.

Contigo quise navegar
aún sin saber nadar.
Contigo quise trepar
sin más asidero que mi voluntad.
Al final no vi el puerto
y la playa quedó en otro lugar.
La montaña se empinó
y no hay ninguna estación;
por una u otra razón, el camino de lodo se llenó.

En todo momento hace falta sumar,
para subir todo repecho,
se exige cabeza y corazón.
La voluntad se supone que existe
pero parece que en el camino quedó
Si la tristeza, en kilómetros, se pudiese sumar
¿hasta dónde hubiere llegado yo?.
Es un largo y sinuoso camino
que hoy mi cuerpo ya no soporta
y mi corazón se agota.
El cansancio se hizo psico-físico
y el puerto final ya llegó,
pese a que la voluntad y la razón, aún dice no.