MES DE ENERO
Obra circular de piedra y cal,
con cuatro brazos para volar.
Energía con el viento tomar
movimiento de piedra para roturar.
La vida ganar y la prole criar.
Guijarro que rueda, canto rodado,
empedrado de solar diseminado,
adoquinados que hoy ya no son dados.
Espacios ganados a rebaños quebrados.
Restos de muros que fueron,
en amplio solar se extendieron
llanura que ganó el matorral
con bello cardo adorno del solar.
Predio que la urbanización ganó
y, camino del Provencio
la villa, en silencio, se extendió.
Lento, tedioso y costoso caminar.
Al fin, por justicia y valores,
el espacio vida cobró, y, hospital ganó.
Solar de obra circular,
cuyas ruinas toqué.
Con el paso del tiempo
otra morfología tomó,
vida ganó y Bruno llegó.
Con grito de vida el mozo llegó.
Haciendo honor al origen de su denominación,
con puntualidad se personó,
nueva alegría se expandió,
esperanza e ilusión la Villa entonó.
“Temprano madrugó la madrugada”,
“temprano levantó” el joven su “vuelo”,
trayendo a los suyos alegría y consuelo,
a su madre paz y sosiego.
De él esperamos lo mejor,
un caballero, un señor.
Hasta que ello llegue,
dormirá como un lirón y,
crecerá en el mejor rincón.
Con hoja en blanco llega,
sin goma de borrar se persona,
lo que en ella se escriba,
poca rectificación tendrá.
Hasta que logre autonomía,
gruesa y recta línea, se deberá trazar.
Su cuerpo y testa, de ello dependerá,
también su caminar, su cesta y morral.
Un justo y buen logro será:
¡Que su zurrón esté bien cargado
a la hora de su independiente caminar!
Nuevo trío, enero nos da y,
con las criaturas, la vida gozar.
Con ellos el invierno de la vida
pasa de lejos, nuevas plantas
crecen y “aleluyas” entonar.
Paula, el treinta y uno del nueve abre paso
y gritando dice que el agua no precisa cedazo.
Natalia el diecisiete del diez,
salta a la arena y dice quien es.
Ya el cuatro del once, llega Bruno y,
marcando el paso de uno, queda
como primus inter pares.
Con él, en cuarta generación,
ya son seis los iguales.
Tres y tres, ello está bien.
Jcb