Para
ganar la paz precisas labrar
la
tierra de la igualdad, desterrar la
exclusión,
ver su vía y abastecerla
para con
pasión y equilibrio encumbrar.
Allá
donde duermas debes calibrar,
los
límites de verdad, encauzarla
es
ganar integridad, complacerla
es
soñar justicia y audacia, vertebrar.
Afirmar
libertad no es insolencia,
sí
principio de palabras y juicio
sin ser ajenas a todo decoro.
Las
tribus libres se dotan de acacia,
donde
el fiel de la balanza es el quicio
del
que gira equidad libre de aforo.
©
Jcb