Villarrobledo,
tierra singular,
de espacios llenos de
afectos,
de encuentros gratos al
particular.
Mi llegada a ti, me
transforma,
me eleva los
sentimientos.
Siempre te veo llana y
sencilla,
preñada de colores y
olores.
Hoy me has embriagado
de olores.
Las eternas fragancias que al pueblo
embriaga la vendimia.
Veo a tus hacendosas
gentes en la recolección
que le debe recompensar
el esfuerzo anual,
lo que no sea así, es
injusticia ancestral.
A ti llego, en ti
quedo, conmigo vas.
©
Jcb