Tu
llegada, no por ser esperada,
deja
de ser viva y emocionada;
las
lágrimas afloran por soñada
emoción,
ayer eras proyecto callada.
Hoy
eres ocupación de verdad amada,
realidad
y preocupación acopiada,
donde
la emoción es admirada,
eres
pálpito de unidad acorazada.
Con
dolores de parto de tu madre,
llegas
para presentar unidad primor,
emociones
de razón por trío superior.
Te
has personado con justo encuadre,
de
puntualidad fijada por acto interior,
refrendo
de fuerza y prudencia prior.
©
Jcb