Si
un día recibes la visita de la
tristeza,
rechaza tal convite, dile
que
estás unido a la vida que hile
alegría
de vivir para gozarla.
No
te importen amores o cautela,
lo
que prima es la vida que no alquile
el
vivir y dejar vivir, donde se asimile
días
y noches de vida sin curatela.
Vivir
la vida con alegría, es honor
de
pasión cual vida individual y plural,
donde
el alma es pasión y razón.
La
vida es alegría con pundonor,
donde
la libertad como acto cerebral,
es
comunión de vida con trabazón.
©
Jcb