“Bueno
es saber que los decadentes tienen
necesidad
de la mentira;
es
una de sus condiciones vitales”.
Friedrich
Nietzsche
De
tanto prohibir, ya no hay tiempo
para
desobedecer,
las
gentes quieren vivir y dejar vivir en paz;
donde
las relaciones sociales,
sean
un hecho natural.
Quienes
detentan poder,
no
saben qué hacer para imponer su creer
y
su despótico mandar,
se
esconden tras sus falaces criterios,
en
todo momento se disfrazan para imponer
su
minusvalía mental y social.
De
paso, con aquel enmascarar,
con
absoluta felonía, meten mano al tesoro público,
para
su peculio particular,
ya
sea directa, indirecta o por boletín oficial.
Lo
suyo es prohibir para, con falacia, a la población,
hacer
digerir la infamia en el hacer y disponer,
imponer
el caciquismo con fuerza, a sangre y fuego.
Su
gobierno se sustenta sobre es la mentira, la felonía
y
la maldad, retuercen las leyes e imponen
la
oscuridad, la hipocresía como hacer original,
todo
aquello que por engaño es carente de verdad.
Crean
“corralitos” para adulterar la realidad,
no
con otro fin que acrecentar la faltriquera personal,
familiar,
de amigos y demás pendejos del ego personal.
Las
gentes no tienen ni quieren,
tener
tiempo para tanto desobedecer;
quiere
un trabajo para, con honor, vivir;
una
escuela y universidad,
donde
instruir a sus hijos en saber con libertad;
no
quiere falsos comerciantes de su voto particular;
no
quiere cuestionarios que declaren su ignorancia,
porque
cada día cambian las preguntas;
no
quiere púlpitos de vacas sagradas,
al
socaire de la falsedad;
no
quiere vendedores de humo,
que
oscurecen la nocturnidad.
©
Jcb