Esa
angustia que me hastía, esa
alborada
que se extiende noche
y
día, por esos desencuentros bache,
de
vínculos sociales que niegan artesa.
Esa
angustia camuflaje que confiesa
realidad,
que tropieza con cambalache
que
busca verdad y acierto que abroche,
el
justo día y su noche sin represa.
Esa
angustia de congoja emocional,
de
estado a superar por decisión
de
razón, por ver la luz que circunda.
Son
tiempos y sueños, donde el arenal
impide
el firme caminar, exige gestión
de
sosiego al clarear con luz rotunda.
©
Jcb