Si
edulcoras tus actos, que sean con
hechos de humanidad, creatividad
y
certeza de verdad en abovedad,
para
vivir con respeto y creación.
Que tus objetivos vivan sin trompicón,
sean
proyectos de honor y abundad,
donde
la observancia y afinidad,
den imagen de fraternidad y razón.
Que tus
objetivos, tengan por conducta
la
observancia de la reglas de juego,
ello es
prueba de reflexión crítica.
Ordena todos tus actos y contracta
tus
objetivos, cual jengibre al fuego
como
aderezo de vida básica.
©
Jcb