jueves, 16 de abril de 2015

Amar en duplicado ejemplar




A Paloma Carles Candeira


I

Pese a la tornasolada niebla,
el día era brillante, su belleza
era natural, quizás más hermosa
cuando ninguna sombra le cobija,
pero es igual, hoy está bellísima.
Su penetrante mirada le otorga
mayor perfección; su erguida silueta,
contorneada, es aureola perfecta.
Su mirada otorgaba grandeza,
había ganado aplomo, fijarme
en ella era volver a lo perfecto.
Con el mundo recorrido, su grandeza
le proporcionó excelsía sin follaje,
su notoriedad llegaba a todo.




II

Ya se que eres psiquiatra, tu podrías
curarme y hacer que pueda vivir con
verdad, amando a dos mujeres, acción
que no precisa echar de menos cotas
de ninguna de ellas dos, son acacias
de vida que para un rendido de pasión,
nada impide, por amor, la duplicación.
Quiero el clímax de vidas deseadas.
No, querido. No te curaré nunca,
de esta manera, en ésta fecha
abriré una historia clínica, por
lo que serás mi paciente crónico,
que vista tu lesión, para sobrevivir,
precisarás mi asistencia toda su vida.


© Jcb