Por
ser, abandonaste la interrogante
del
ser, porque siendo, empiezas a ser,
ya
que siendo haces admirar el ser.
Hoy
sólo eres, para ser creciente;
eres
la esperanza del esperante
de
tu ser, siendo gozarás de tal ser,
pues
ser, es hecho del deber abastecer,
cual
gobernabilidad serenante.
La
obra suprema de todo ser: gobernar
la
hacienda de su ser, como acto
ejemplar
del deber de toda criatura.
En
tal hacer, contigo abotonar
el
camino, será batalla del momento,
donde
gobernanza sea tu hermosura.
©
Jcb