A
P. Ayala
Seis
más seis, son doce,
lo
que es uno más dos,
cuyo
resultado son tres,
bella
estampa para anidar el ser.
Ente
de cascabel que despierta el amanecer,
para
el día florecer.
Cualquier
momento es bueno para crecer y ser,
más
aún si éste, se acompaña con el estar.
Todo
crecimiento otorga fortaleza,
proporciona
criterios para saber caminar,
algo
que sólo la vida enseña con los días ver pasar.
Sesenta
y seis, buen momento para soñar,
estado
emocional que otorga contrafuertes
en
saber ser, estar y los caminos andar,
bases
del futuro para la vida ganar y disfrutar.
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Jcb