A
Rafael Cobos Jimenez,
por
ser conocedor de la tienda y la trastienda
El
libre albedrío se fundamenta
en
el personal y franco entendimiento,
donde
la razón valora el momento,
los
sentimientos y acción, interpreta
la
firme voluntad de causa inquieta,
quien atiende incomprensión de tercero,
que sin meditación cuestiona en corto
toda
reflexión por ceguera manifiesta.
Es
allí, donde la cordura “brilla por
su
ausencia”; cuando todo se desmadeja,
el
juicio y la conciencia son ausencia.
Nada
importa si el libre albedrío
es
actor de objetiva honradez,
anaquel,
donde se interpreta la verdad.
©
Jcb