El
canto de mi libertad es el aire
libre
que respiro, por el viejo vicio
de
tolerancia, teniendo por oficio
la
búsqueda de la sabiduría que cubre,
con
firmeza, el día y la noche, frente
al
fanatismo y la ignorancia; precio
que
hace olvidar todo servicio
de
la misión que el deber acordare.
Es
la voz de los vientos del ser en libertad,
quien
genera instrucciones en la razón
de
cada cual, tras la búsqueda de su
yo,
cuyo propio albedrío sin ambigüedad,
reviste
su hacer en franca absorción,
confiando
al silencio su ocupación.
©
Jcb